Los equipos de trabajo no se construyen solos, ni alcanza con reunir a un grupo de individuos en la misma oficina o espacio para desempeñar funciones de producción o servicio.
En equipo de trabajo, especialmente si aspira a considerarse de “Alto Impacto”, debe reunir una serie de características indispensables:
En primer lugar debe existir una META COMPARTIDA. Esto implica que todos los integrantes la consideren suya (ownership) y además debe de ser clara en cuanto a sus alcances, contexto, tiempos, modos, y condiciones de satisfacción.
He intentado cientos de veces con grupos directivos de empresas y organizaciones de todo tipo de sectores, el siguiente ejercicio: Si en este momento les pidiera escribir en un Post It la meta de la empresa para los próximos 5 años; ¿Todos escribirían lo mismo?
Invariablemente la respuesta es un silencio, seguido de un no rotundo y miradas cruzadas de extrañeza y desconcierto.
¿Cómo aspiramos a llevar el barco a buen puerto en estas condiciones?
En segundo lugar debe contarse con un sólido cimiento de CONFIANZA, sin el cual será imposible emprender acciones coordinadas, tomar riesgos y decisiones para alcanzar las metas.
Antes de pensar en llevar a cabo un “Team Building”, debería pensarse en “Building Trust”.
Otro elemento fundamental es LA MISTICA; es un intangible que forma parte importante de la CULTURA de la organización y del equipo en particular. Esta determina que todos los integrantes se sientan orgullosamente parte del equipo, que estén dispuestos a sacrificar parte de sus intereses y confort personal, en aras del equipo y del logro de sus metas.
Fred Kofman propone que “para optimizar al sistema, es necesario sub optimizar los subsistemas”; esto implica renunciar al protagonismo y al lucimiento personal, gesitonar adecuadamente los egos y pensar de manera colectiva.
Un equipo es UN ENTE, con vida propia, con estados de ánimo, personalidad, cultura, intereses, proyectos, sentimientos y sobre todo SENTIDO DE PROPÓSITO.
El gran reto del lider, es justamente descubrir y evidenciar la esencia, el Alma del equipo, de modo que todos sus miembros le den aliento y fuerza y contribuyan al cumplimiento de su razón de ser.
Formar un equipo entonces va mucho más allá de reclutar al personal e incorporarlos a la nómina.
La cultura compartida del equipo de Alto Impacto debe estar blindada por valores como humildad, integridad, compromiso, apertura, perseverancia, respeto, colaboración, coordinación, colaboración, visión compartida de futuro, resiliencia, escucha, y, una vez más, confianza.
