Un líder no es sordo, los líderes hablan, escuchan y conocen a cada integrante de su equipo, generando confianza y estableciendo empatía entre ellos. Un líder empresarial no solo manda y ordena, de no hacerlo es un liderazgo condenado a acumular rechazo, fracaso y con poco futuro.
Sin embargo, según el investigador y autor del libro Liderando con Inteligencia Cultural David Livermore, “un líder con inteligencia cultural debe facilitar la reunión, ser auténtico y adaptar su estilo de liderazgo, para cumplir con la dinámica del grupo y dejar claro el mensaje que quiere transmitir”.
El experto destaca la importancia de ser “eficaz” y “respetuoso” en las reuniones de empresa, para lograr el compromiso del personal, más aún en tiempos actuales en los que los recortes y la austeridad son la principal causa del descontento entre los empleados.

Un líder debe tener una correcta comunicación asertiva y manejo de ira lo que le permitirá ganarse el respecto de los empleados. La tecnología también es un elemento que beneficia la relación jefe – empleado a través de correos electrónicos, mensajes instantáneos o agendar una reunión lo que le permite al trabajador participar en las decisiones, facilitándoles un espacio para que lo hagan, escuchando sus análisis, sus recomendaciones y sus dudas.
Consejos para ser un buen líder:
- Pregunta a tus trabajadores lo que necesitan para hacer el trabajo esperado.
- Pregunta a tus trabajadores lo que han utilizado en el pasado que les ha ayudado.
- Dé a conocer a su equipo sus expectativas acerca de ellos y su rendimiento.
- En lugar de imponer un plan de trabajo (incluso uno bueno) en su equipo, trabaje con ellos para elaborar uno adaptado a sus necesidades.
Ahora que ya sabes porque los líderes también escuchan, te recomendamos leer: ¿Cómo generar equipos de alto rendimiento?