Un día aquí.

Índice de contenidos

¿Qué significa vivir un día de aislamiento? Para muchas personas es un tormento chino, y se dedican a quejarse de su mala suerte, porque no pueden salir a donde quieren y se sienten impedidos para hacer su voluntad. Hay muchos que en el confinamiento se sienten encarcelados, y están pasando momentos muy amargos. Sin embargo, es bueno darnos cuenta de que muchos de nosotros tenemos condiciones favorables para desarrollarnos y tener una buena vida.

Algunos estamos en nuestra casa, o en la casa de algún familiar y amigo, y si estamos con gente agradable tenemos la oportunidad de convivir. Siempre nos quejamos de que la vida moderna no nos da tiempo para compartir con nuestros seres queridos, y en este momento podemos estar con ellos durante largos ratos en el día. Creo que esto debe ser un perfecto complemento de lo que yo llamo “mi tiempo personal”, un tiempo en el que me retiro a un espacio en el que nadie me habla ni me interrumpe, y me pongo a hacer cosas mías, probablemente en silencio o con una música que me guste.

Muchos tenemos la posibilidad de ir al supermercado, o de pedir que nos lleven las cosas a casa, y no padecemos escasez. Es posible que una cerveza nos salga más cara, pero podemos comer lo que nos gusta, y a veces también darnos el gusto de cocinar alguna exquisitez para compartir con nuestros seres queridos. Aunque falte algún elemento en nuestra dieta, tenemos alimento suficiente y variado para darnos gusto.

Hay algunas personas que están solas, y no hallan qué hacer con tantas horas en su día. Yo pienso que con un poco de creatividad podemos mantenernos ocupados todo el día, pero además… Tenemos teléfonos, tenemos computadoras con Zoom y Skype, y podemos comunicarnos con quienes queramos, y eso es cosa también de tener un poquito de creatividad, y prepararnos para disfrutar de nuestras amistades de otra manera.

He escuchado amigos que se aburren por estar guardados, y quisiera decirles que se mantengan activos: Siempre hay algo qué hacer. Podemos jugar, escribir, ver una película, dibujar, arreglar nuestro espacio, cocinar, hacer ejercicio e inclusive… ¡Pensar! Es un buen tiempo para reflexionar, para rediseñar la vida que viene. Hay quienes tienen trabajo y están haciendo oficina en casa, pero muchos de nosotros estamos viviendo una crisis económica, y tenemos el tiempo perfecto para diseñar lo que sigue. En este momento que no se está moviendo nada, podemos prepararnos para tener trabajo en el momento que se abra la contingencia. Creo que este tiempo debe traernos grandes beneficios, aunque para muchos parezcan tiempos muertos.

Una amenaza que está presente es la incertidumbre… ¿Voy a poder levantarme después de esta contingencia? ¿Voy a poder reponerme después de este tiempo sin trabajar? Y la respuesta mía es: ¡NO NOS PODEMOS DETENER! Éste no necesita ser un tiempo sin trabajar. Hay muchas cosas que podemos hacer, y hay que hacerlas todas.

Pienso en el agua que baja por una cañada: El torrente avanza llenando todos los huecos, sin dejar uno vacío. Así nosotros podemos avanzar, haciendo todo lo que esté en nuestras manos, todo lo necesario para tener trabajo en el momento en que se abra la cuarentena.

Afuera de nuestro confinamiento el mundo se contorsiona: No sólo el problema de la pandemia, sino las difíciles condiciones del país, que se están haciendo insostenibles para la mayoría. Es necesario mantener la serenidad, y cada quien hacer lo que le toca: No menos que lo que nos toca, y todo lo que nos toca, para poder rescatar este país hermoso.

En este contexto pienso que cada día de la cuarentena es un regalo maravilloso. Nos vimos obligados a parar el mundo, a hacer un alto en nuestras vidas, y eso nos da la posibilidad de hacer muchos cambios. De revisar nuestra vida y arreglar las cosas que no están tan bien, de mejorar nuestra convivencia con los que están cerca y los que están lejos, de afianzar nuestras actividades laborales, de disfrutar de un tiempo con nosotros mismos.

Si estás leyendo estas palabras, seguramente eres de las personas que tienen una buena vida, con sus dificultades pero sin carencias graves. Sácale jugo a este tiempo en aislamiento que nos regala tantas posibilidades de hacer cosas importantes para nuestra existencia. No caigas en la tentación de pensar que estás en otros tipos de aislamiento que nos ha relatado la historia, en los que las personas han sido privadas de todo, y aún así hay quienes pueden vivir en libertad en esas condiciones límite.

Porque la libertad es algo que está en nosotros, es una vocación. Si somos libres podemos estar en cualquier lugar y en cualquier circunstancia y aún así tener una buena vida. Espero que tengas un buen día, y que sea un día en libertad.

La pandemia no ha sido superada: La información oficial es caótica y está distorsionada. Cada semana se alcanza un nuevo pico, y la mortandad sigue creciendo. Salir a la calle en estas condiciones no es una muestra de libertad, y sigue siendo peligroso. Es necesario tratar de mantenernos guardados, en las mejores condiciones, o salir lo menos posible con todas las precauciones, para no caer.

La libertad y la buena vida están en nosotros, no en terminar el confinamiento.

Facebook
LinkedIn
WhatsApp

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Regístrate a nuestro blog
Scroll to Top