Trabajar en equipo es convivir y gestionar la diversidad de los integrantes. Cuando integramos un equipo, juntamos una diversidad de factores que debemos intentar alinear, hablamos de factores que van desde la forma de trabajo, habilidades técnicas, formación, hasta otros como la personalidad, intereses y objetivos.
Además de la tarea de tratar de gestionar estos elementos hay que alinearlos a los objetivos e intereses que persigue el equipo en sí.
Dos puntos que suelen tener mayor conflicto, son los relacionados a la personalidad de los integrantes y la adaptación del estilo de trabajo.
Personas que pueden ser muy susceptibles a las críticas, con altos egos, inestabilidad emocional, malos comunicadores o dogmáticos pueden representar un gran problema a la hora de integrar un equipo.
¿Cómo ayuda una capacitación vivencial para gestionar la diversidad?
Uno de los principales objetivos de esta capacitación es generar una conexión entre los integrantes, actuar con empatía, conocerse y aceptarse. Cuando desarrollamos actividades de tipo vivencial, podemos observar a las personas en un ambiente distinto al trabajo y en diversos tipos de situación, lo que genera una convivencia más auténtica.
La capacitación vivencial también tiene como finalidad hacer que los integrantes vean los problemas como un agente externo, siendo capaces de percibir actitudes, malas prácticas y posibles elementos que estén dificultando el funcionamiento del trabajo en equipo.
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