¿Y…?
Es una de las preguntas más poderosas que conozco en mi años como coach.
¿Y…? implica devolver al interlocutor la responsabilidad, el reto, la puesta en marcha de todos los mecanismos internos, que al ser invocados nos llevan a establecer conexiones neuronales a ritmos vertiginosos, a hurgar en el pasado, en el propio y en el ajeno.
Esa pregunta permite retar al otro, empoderarlo y otorgarle al mismo tiempo la confianza de que es capaz de aventurarse en los precipicios de su conciencia, de construir respuestas, de reacomodar las piezas y escuchar las voces internas, que entre gritos y susurros tienen “siempre” alguna solución.
Esa pregunta te enfrenta a intuir y aceptar que nada es perfecto, nada está acabado, que siempre hay más, que siempre existe la posibilidad de mejorar, de ir más allá.
Cuando crees tener la fórmula mágica después de largas deliberaciones, y la aplicas, tendrás que aceptar que siempre habrá variantes, que tu proyecto, por sofisticado que sea, está expuesto a los cambios del entorno, de algún elemento que dé al traste con la aparente perfección.
Apliquemos entonces la pregunta al momento actual, ya sea a las políticas públicas, a las monetarias, a las de relanzamiento, o a las del modelo educativo.
Vayamos ahora al mundo económico, al de tu empresa, tu negocio.
Estamos todos obligados a preguntarnos ¿y…qué sigue?.
Es claro que el modelo anterior se colapsó, dejando huecos, cadenas de valor desarticuladas; aún no hemos aceptado que si esto se alarga un poco más, veremos cierres y quiebras de empresas como un perfecto y siniestro “efecto dominó”.
Los estudiantes de todos los niveles entre aterrados y aturdidos se arremolinarán, a partir de hoy, frente a sus televisores para abrevar de un esquema improvisado, que tratará de mantener a flote un modelo educativo obsoleto y desfasado desde hace décadas de la realidad.
De modo que si no queremos encallar en el estéril mundo de la queja y la lamentación, el incómodo coaching podrá enfrentarte a preguntas como:
Y…
* Lo que está pasando es bueno o es malo…?
* ¿Estabas preparado para este escenario?
* ¿Existe alguna forma de que todo esto se traduzca en algo positivo para ti, tu empresa y tu entorno?
* ¿Estás tomando las medidas correctas, para una realidad diferente?
* ¿Ya lograste aceptar y soltar lo que está irremediablemente perdido?
* ¿Cómo sería el escenario en el que puedas declarar que hiciste lo correcto y lograste minimizar los daños?
* ¿Cuál sería el peor escenario?
* ¿Que medidas estás tomando para contribuir a que el mundo en que puedes impactar sea mejor que antes?
* ¿Qué agradeces de lo que está sucediendo?
* Si estuviera en tu mano, ¿cuales serían las 3 medidas más importantes que tomarías para beneficiar a tu sector y a tu empresa?
* ¿Qué vas a hacer dentro de tu círculo de influencia para que el saldo sea positivo?
* ¿Cuál es tu principal miedo?
* ¿Que te gustaría ver en tu empresa y equipo de trabajo?
* ¿Si tuvieras que asumir cambios radicales, cuáles serían los 3 más importantes?
* ¿Todos en tu equipo (empresa) están enfrascados en los mismos retos y comparten las mismas metas?
* ¿ Qué es lo que no estás dispuesto a aceptar bajo ninguna circunstancia?
* ¿ Cuál dirá la historia que fue tu principal contribución?
* ¿Y…….?