Las Decisiones de un Líder frente a la Crisis

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La pregunta correcta para enfrentar una crisis debería de ser:

 
¿Quién soy yo frente a esta Crisis?
 
A partir de ahí todo se alinea; seguramente se agolparán ideas y emociones, tratando de responder.
 
Habrá un torbellino de imágenes, reflejando miedos, inseguridad, desconcierto; tal vez enojo y confusión.
 
Un primer reflejo, con seguridad será buscar un culpable y deslindar responsabilidades, sin embargo, al aplicar con serenidad la pregunta propuesta, las ideas comienzan a ordenarse y el panorama irá tomando poco a poco un cariz más claro y ordenado.
 
Al preguntarme quién soy, deberé ordenar mis pensamientos, valores, mi historia y experiencia; hurgaré en mi pasado si alguna vez enfrenté algo similar y cómo salí avante.
 
La pregunta hará que eche mano de todo aquello que me será útil para gestionar la crisis.
 
Recordaré que seguramente “ya he estado aquí”; aunque las circunstancias sean distintas, la estridencia del miedo y del desconcierto quizás me recordarán aquel brazo roto mientras la bicicleta seguía rodando y dando tumbos hacia la barranca y creí que todo estaba perdido.
Tal vez reviviré aquél momento en que debía concertar una ronda con la cúpula de empresarios para reunirse al día siguiente con el Presidente de mi País y me anunciaron un boicot a las 10 de la noche.
O cuando un patrullero me llamó desde el celular de mi hijo, para anunciar que había tenido un accidente…
 
En todos esos casos el pánico se transformó en silencio, y este en serenidad y a partir de ahí me veo tomando decisiones a partir de lo que si estaba en mi mano.
Mi brazo sanó, yo sobreviví (la bicicleta no)
La Ronda empresarial se llevó a cabo y
Mi hijo es un exitoso y feliz ejecutivo y padre de mi hermosa nieta.
 
Cualquier crisis que se presente me llevará a esos espacios y tengo la certeza de que también saldré adelante.
La clave es que la pregunta te lleva a tu esencia; a tu punto de partida y te recordará que nunca nada está perdido, a menos que tú así lo decidas.
 
Como líder no se trata de no tener miedo, sino de lo que haces con el.
 
Tus mejores aliados serán tu experiencia, tu historial de éxitos y de tropiezos; siempre has salido adelante; algunas veces mejor librado que otras, pero estás aquí; al frente de un equipo y sobre todo, de ti mismo.
 
¿Quién soy? alude a tus fortalezas, y debilidades; y te recuerda que siempre has logrado resolver los retos; que has cometido errores, de los cuales hoy tendrás un cúmulo de aprendizajes.
Sabrás lo que no hay que hacer y lo que puede funcionar.
 
Recordarás las veces que sumaste y las que restaste; cuando el equipo salió exultante y cuando no. 
Seguro muchas veces ganaste y otras perdiste, pero hoy te das cuenta de que siempre aprendiste.
 
Este momento; la antesala de la crisis te llevará a hacer acopio de lo mejor de ti y no hay nada más valioso en estos momentos que escucharte y escuchar a los demás.
 
¿Qué hizo fulano en aquél momento?; ¿Cómo resolvimos ese problema que parecía imposible? ¿qué hicimos bien cuando todos pronosticaban la debacle?
Descubrirás que no hay una receta para hacerlo bien; sin embargo siempre hay crecimiento y aprendizaje.
 
Una fórmula altamente efectiva es viajar al futuro y en retrospectiva ver que es lo que hicimos bien; cómo lo resolvimos y lo que debimos haber evitado.
 
Imagina que estás en el 1o de mayo del 2025.
Ahora describe lo que hicieron tú y tu equipo para resolver aquella crisis del 2020.
 
Imagínate diciendo:
Preservamos el 90 % de los empleos
Suprimimos todas las actividades no indispensables
Racionalizamos el gasto y logramos mantener viva a la empresa
Negociamos con clientes y proveedores, de forma que todos nos vimos como equipo
Aprovechamos el tiempo de cierre, para generar nuevos proyectos y estrategias, que hoy son la esencia del negocio.
Descubrimos que podíamos hacer muchas cosas diferentes, con mayor cuidado al medio ambiente y a la comunidad.
Decidimos dedicarnos tan solo a lo esencial.
Iniciamos un proceso de reeducación y mejora continua.
Encontramos que nuestros competidores podrían ser nuestros aliados y desde entonces aprendimos a sumar con ellos.
Corregimos la misión y la visión de la empresa y hoy todos nos sentimos orgullosos de nuestro aporte a la sociedad.
Eliminamos procesos y productos innecesarios .
El ambiente laboral es de entusiasmo y colaboración.
Entendimos que menos es más.
Redujimos sensiblemente la huella ambiental.
Emprendimos una cruzada de reciclaje y de economía circular.
Hoy nuestros clientes nos ven como un orgullo.
 
¿Qué dirán tú y tu equipo en mayo del 2025?
¿Qué decisiones habrán tomado que los llevó a ser una mejor versión como empresa y a sentirse orgullosos?
¿Qué descubrieron de ustedes mismos, gracias al regalo de esto que algunos insisten en llamar CRISIS?
 
Así que la mejor forma de gestionar una crisis dentro y fuera de las organizaciones, es darle la bienvenida, levantarnos las mangas, frotarnos las manos, levantar la mirada, abrir nuestra escucha y construir un futuro más limpio, y luminoso.
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